Ecosistema
Queirón

Un viejo dicho del riquísimo acervo español asegura que la naturaleza es sabia. Ésta es una de las claves del trabajo en la viña del equipo de campo de Queirón, capitaneado por Leticia Pérez Cuevas.
Ecosistema Queirón, viña La Pasada
El viñedo de La Pasada, en las cumbres de la Sierra de Yerga, en Quel. Diez hectáreas de tempranillo en uno de los lugares más agrestes y escondidos de Rioja Oriental.

La ecología, la sostenibilidad supone escuchar, entender y respetar a la tierra; su memoria y su biodiversidad, es decir la riqueza de su fauna y su flora. Bodega Queirón tiene certificado en ecológico una buena parte de sus viñedos y los que no lo están todavía van camino de lograrlo y están en un periodo de transición.
Queirón entiende la viticultura como el conocimiento y el absoluto respeto al medio natural en el que se desarrolla el cultivo de nuestros viñedos. La responsable del equipo de viticultura de la bodega, Leticia Pérez Cuevas, explica la filosofía que define su trabajo en estos viñedos riojanos:
«Nuestros padres y abuelos apostaron por elaborar vinos en Rioja Oriental, por conservar sus viñedos y sus tierras. Quizás en aquellos años nuestra zona no tenía el prestigio del que ahora disfruta; es más, en algunos casos estaba hasta denostada. Pero no se desanimaron, ni mucho menos».

Leticia Pérez Cuevas
Leticia Pérez Cuevas, responsable de viticultura y enamorada de la biodiversidad.

La estrategia de Gabriel Pérez resultó fundamental para comprender el actual panorama de los viñedos de Queirón que es el eje en el que pivota toda la filosofía de la bodega. Buscó viñas viejas y terrenos en altura y ahora, décadas después, todas las viñas de la bodega se encuentran en el entorno de Quel entre los 600 y los 800 metros de altitud, la mayoría de ellos en carasoles localizados en las faldas que se encaraman desde el lecho del río Cidacos hasta las zonas más elevadas de la Sierra de Yerga.
«Aprovechamos nuestros viñedos en altura, entre 600m y 800m de altitud, para obtener la máxima calidad de la tempranillo, la garnacha, la graciano y la tempranillo blanca», explica Leticia.

Las bases del trabajo de Queirón en el ámbito de la Agroecología son un reflejo exacto de los objetivos del Simposio sobre Agroecología (FAO-2018).

  • 1.- Preservar las calidades de los suelos
  • 2.- El desarrollo de la biodiversidad
  • 3.- Disminución al máximo de los productos fitosanitarios
  • 4.- Gestión racional de los recursos hídricos
  • 5.- Desarrollar la utilización del biocontrol
  • 6.- Desarrollo de una genética de la vid lo más adaptada posible a cada espacio
  • 7.- Gestión racional de los recursos
  • 8.- Gestión racional de la energía
  • 9.- Preservar la calidad del aire
  • 10.- Atenuación y adaptación a los efectos del cambio climático

la
altura

La altura es una gran aliada para la sanidad de los viñedos de Queirón y una de las decisiones estratégicas de la bodega es que todos los viñedos sean ecológicos: «Varios ya lo son y el resto se encuentran en un periodo de transición que se desarrolla a lo largo de cinco años».

Todo esto supone que cuando se tratan a las viñas para ayudarles a protegerse contra sus enemigos naturales, en bodegas Queirón utilizamos sistemáticamente productos que no han sido sintetizados químicamente en un laboratorio, ni tampoco modificados genéticamente. Los tratamientos se realizan con elementos que existen de manera innata en la naturaleza. De esta forma, logramos dos objetivos, respetamos al máximo el medio ambiente de nuestro entorno y, además, las propiedades de la tierra ayudando al ecosistema a generar una inmunidad natural ofreciendo mayor calidad de las uvas.
En los viñedos que se encuentran en transición hacia ser cien por cien ecológicos, aplicamos la lucha integrada mediante técnicas de confusión sexual (colocación de difusores entre los viñedos que emiten la feromona sexual de la hembra de polilla. El macho no es capaz de localizarla por la cantidad de feromonas en el ambiente y la hembra, al no ser fecundada, no pone huevos y no existirán larvas que se alojen en los granos de uva. No se da ni segunda ni tercera generación de racimo y mucho menos riesgo de botrytis al no haber heridas en los granos).

Viñedos de altura, viña La Pasada
El respeto por la sostenibilidad de los viñedos y su entorno es esencial en la filosofía de Queirón.

Otra apuesta importante del trabajo en el campo de Queirón es el desarrollo de cubiertas vegetales espontáneas, una estrategia que es capaz de reducir la erosión del suelo que producen las lluvias, además de aportar nutrientes y materia orgánica. Esto, a su vez, propicia el lavado de los nutrientes en el propio suelo favoreciendo su mejor absorción, mejorando su estructura y activando también su riqueza microbiana. Otros beneficios de las cubiertas vegetales es que se produce una competencia de dichas plantas con la vid y se resta el vigor a la viña.
Como explica Leticia Pérez Cuevas, el suelo es esencial en la filosofía del trabajo en viñedo de la bodega Queirón: «Entendemos que el suelo y su biodiversidad son la base de la pirámide de la vida en nuestros viñedos, por eso cuidamos el suelo analizando a fondo sus características, disminuyendo el laboreo y permitiendo la cubierta vegetal espontánea».
Varios de los nutrientes que se aportan a los suelos provienen de mantillo de champiñón y de seta de plantas de comportare cercanas. Y también se cumple un doble objetivo, la reutilización de dicho material y el cuidado de nuestros suelos con materia orgánica de primera calidad.

Otro aspecto es la convivencia que se da en nuestros viñedos con la fauna salvaje y la ganadería permitiendo que durante los meses de invierno se alimenten de hierbas y restos vegetales de las propias viñas.

Todo este tipo de procesos (destacando la aportación de la materia orgánica necesaria para la vid y la cubierta vegetal) tienen como consecuencia la limitación del vigor de las vides y no tener que realizar despuntados ni operaciones que supongan el uso de maquinaria y emisiones de CO2. También se trituran en la viña los restos de la poda para evitar los riesgos de incendios.
Otro de los aspectos esenciales de la búsqueda de la biodiversidad de Queirón es la utilización de nuevas tecnologías para analizar, estudiar y comprender qué fenómenos suceden en nuestros viñedos, por eso hemos realizado y estamos inmersos en varios proyectos de investigación: utilización de imágenes vía satélite para analizar el vigor, la humedad y el estado sanitario del viñedo, el uso de distintos tipos de cubiertas vegetales en los distintos suelos o el aumento de resveratrol en la uva.
Bodega Queirón, además, mantiene más de cincuenta hectáreas de pinares para reducir al máximo la huella de carbono, evitar la erosión y la desertificación de zonas que de otra forma estarían abandonadas. También la bodega ha realizado una decidida apuesta por la energía solar, por la agricultura de precisión y por el residuo cero.
Como resume Leticia, «no queremos reinventar lo ya inventado, creemos en las formas de hacer de los viticultores de nuestro pueblo, de su tradición de respeto hacia la naturaleza y a sus formas de hacer ancestrales. Nuestra meta es que nuestros hijos encuentren nuestros viñedos al menos tan sanos y hermosos como nos los han legado nuestros antepasados».

Cubiertas vegetales en viña La Pasada
Cubiertas naturales en uno de los viñedos de la bodega Queirón.
Pinares en viñedo La Pasada
El trabajo de cada viñedo se ciñe a la singularidad de cada entorno.