El tiempo
detenido
El Arca es un viaje al pasado. A la viticultura ancestral de Rioja. Austeridad de un suelo pobre, esencial, frágil. El tiempo se detiene en Quel, a los pies de su castillo del siglo XV. Vino singular de un viñedo único en el Viejo Mundo. Una viña anclada en la memoria, un vestigio, un tesoro.
Un viñedo
entre tres siglos
La viña llamada El Arca está situada al norte del castillo roquero de Quel del siglo XV y recibe su nombre de una curiosa edificación aledaña del siglo XIX cuya función era la de dividir las aguas en tres acequias similares: una para Arnedo, otra para Autol y un tercer ramal con destino a Quel. Sin embargo, este viñedo vive en una curiosa paradoja hídrica, ya que a pesar de sentir el fluir constante del líquido elemento, su alma es de puro secano, de ínfimas pero maravillosas producciones. El Arca cuenta con una superficie de 0,89 hectáreas y es una verdadera reliquia de garnachas centenarias de las que ya se tienen datos de 1892. Su extrema longevidad demuestra la asombrosa adaptación de la casta garnacha a esta zona concreta de Rioja y la constatación más nítida de la identificación de una variedad con un terruño. Sus apenas 2.000 cepas conviven en una superficie de 7.000 m2 en la que además de garnachas aparecen individuos de otras variedades blancas como demostración exacta de la viticultura tradicional que se realizaba en esta zona de Rioja desde tiempo inmemorial. Buena parte del vino se hacía en la viña, la primera mezcla llega a la bodega en las propias bayas expresando así la personalidad concreta de un viñedo tan singular como frágil.
El suelo de El Arca configura también el asombro de un pequeño universo, una amalgama de arenas con limos y diversos planos arcillosos, minúsculos pero perceptibles, que confieren la personalidad de un suelo pobre en extremo pero esencial para producir vinos tan peculiares.
Fragilísimo equilibrio
La orientación de El Arca también juega un papel decisivo tanto para su supervivencia a lo largo del tiempo como para lograr el fragilísimo equilibrio entre la producción y la excelencia, ya que se enfrenta al cierzo y se protege del bochorno de la canícula del verano. La elección de este espacio por los viticultores que la plantaron a finales del siglo XIX vuelve a poner de relieve el valor del conocimiento del territorio de aquellos padres de la viticultura riojana. Cada cepa es un verdadero asombro, esculturas de brazos retorcidos y nervudos que tienen impreso en su escorzo el valor de la madera vieja, la profundidad de cada año, de cada vendimia y de la sucesión de estaciones que han ido esculpiendo con el tiempo la personalidad de cada cepa.
Territorio
Menos de una hectárea
Garnachas centenarias y un arca del siglo XIX para proteger un parteaguas con tres acequias: Arnedo, Autol y Quel. Secano hondo de vides ancestrales, de raíces profundas, con brazos retorcidos como un capricho moldeado por generaciones de viticultores.
Memoria
Rioja. Rioja Oriental. Quel.
Valle del Cidacos, solar de una de las tradiciones vinícolas riojanas más profundas y desconocidas. El primer documento que atestigua el origen de la viticultura en Quel data de 1327 y su primitivo barrio de bodegas es uno de los más singulares del mundo.
Familia
Viñadores y bodegueros
La familia Pérez Cuevas representa el vínculo con la viticultura riojana desde hace cuatro generaciones y supone la máxima expresión de amor por su entorno original y la recuperación de su patrimonio vinícola.
Notas añada 2020
Estamos ante un año complejo en el campo riojano, año de la pandemia del COVID-19. La calidad de la cosecha venía condicionada por cierta inestabilidad en la meteorología previa, con precipitaciones medias por encima de 550 mm (alta con respecto a otras campañas) y accidentes como el granizo. Tras una brotación explosiva y temprana, se alcanzó un final de ciclo con un peso de la baya estable y superior al del año 2019 y una maduración fenólica perfecta. Las ligeras precipitaciones del mes de septiembre, acompañadas de la entrada de viento norte y un notable descenso de las temperaturas nocturnas propiciaron un mayor equilibrio y mejora de los parámetros cualitativos. La calidad de la uva fue incrementándose conforme iban pasando los días previos a la vendimia.
añada
Vendimia
La vendimia se realiza a mano para proteger cada racimo de golpes que puedan afectar a su calidad y con el fin de seleccionar sólo los mejores dependiendo de los IPT (Índice de Polifenoles Totales) de la uva. Se comienza con las primeras luces del día para aprovechar el frescor de la noche y los racimos se introducen en cajas de 15 kilos para llevarlas inmediatamente a la bodega para preservar todas y cada una de sus excepcionales cualidades. La producción es muy escasa, menos de 2.000 kilos; es decir no llega a un kilo de uva por cepa. No es aventurado asegurar que cada botella de Queirón El Arca representa una vid de esta viña.
Elaboración, crianza y afinado
Los racimos de El Arca fueron cortados a mano el día seis de octubre de 2020 a partir de las ocho de la mañana. Tras pasar una noche en cámara a 12ºC, la primera operación en la bodega es la selección de cada racimo para preservar que en el proceso entran exclusivamente aquellas bayas que cuentan con una madurez óptima y una sanidad absoluta. A continuación se realiza el despalillado (separación de las uvas del raspón o escobajo). Las uvas se introducen en barricas de roble americano americano de 300 litros y se realiza un suave mecido para liberar mosto de algunas uvas, no de todas. La idea es conseguir una semimaceración carbónica (pero sin la presencia del raspón para que no cedan compuestos herbáceos). Con esta operación se logran algunos de los aspectos beneficiosos de la maceración carbónica, potenciando la intensidad aromática y la expresión máxima de la fruta; además de los derivados de la elaboración tradicional, en la que el estrujado libera ciertas cantidades de mosto poniéndolo en contacto con los hollejos aumentando la cesión de taninos y antocianos, compuestos esenciales en la calidad del vino. Con las uvas en las barricas y ya cerradas, comienza la fermentación con levaduras espontáneas del propio viñedo para fijar al máximo la expresión propia y natural de El Arca; la idea es conseguir la instantánea más precisa de su complejidad y de los caracteres genuinos de la impronta personal del viñedo tan especial. Con la fermentación de las uvas en las propias barricas se apura la extracción de taninos que favorecen la estabilización del color además de propiciar el aumento del volumen y la complejidad aromática.
La fermentación alcohólica se extendió a lo largo de diez jornadas y los remontados se hicieron girando las barricas a mano (tres veces al día, tres vueltas cada vez). Tras estos diez días, se extrajo el denominado mosto lágrima –que es el procedente del primer sangrado del vino– mientras que la uva se llevó a una prensa vertical. Tanto el vino procedente del mosto lágrima como el extraído de las uvas tras prensarlo, se trasladó por separado a barricas de 225 litros de roble francés.
Fermentación maloláctica
15 meses en barrica de roble francés y de tres a cinco meses en huevo
La fermentación maloláctica la realizó el vino de El Arca en barrica francesa con el fin de que la microoxigenación fuera mayor. Después de unos 15 meses de crianza en estas barricas, el vino se introdujo en huevo de hormigón durante tres a cinco meses con una mezcla de los caldos procedentes del mosto lágrima y el de prensa.
La utilización de este depósito de hormigón propicia una microoxigenación debida a la porosidad del material con el que está construido (piedra caliza y arcilla) y además, su forma produce una suave corriente interna en forma de vórtice que favorece la crianza muy suave sobre lías ya muy finas, lo que vuelve a favorecer la complejidad, finura y volumen del vino. Finalmente, El Arca 2020 fue embotellado cinco meses antes de su salida de bodega.
viñedo
singular
Queirón El Arca es un vino que se engloba en la nueva categoría recientemente aprobada del Consejo Regulador de la DOCa Rioja llamada ‘Viñedo Singular’, que consiste en una estratificación de las parcelas más singulares de Rioja, que previamente han sido reconocidas por parte del Ministerio de Agricultura y certificadas como singulares atendiendo a una serie de exigentes parámetros. El viñedo singular puede comprender una o varias parcelas catastrales y la edad mínima del viñedo es de 35 años. El vino de ‘Viñedo Singular’ tiene una doble evaluación: la primera tras la primera fermentación para la calificación y otra previa a la salida al mercado la mencionada, que deberá ser ‘excelente’ en el análisis organoléptico realizado conforme a la Instrucción Técnica de Verificación del Viñedo Singular y que equivale a un mínimo de 93 puntos en la ficha de cata de la OIV que utiliza el Consejo. Este comité de cata y evaluacion se ha formado específicamente por seis técnicos que trabajan en diferentes bodegas de la DOCa. Entre los requisitos del viñedo figuran rendimientos en viña un 20% más bajos de lo habitual (máximo de 5.000 kg/ha. en tintos y 6.922 en blancos) y del 65% en transformación de uva frente al 70% estándar.
Jordi
Paronella
Vidal
Sumiller Jefe de los Restaurantes Jaleo en EEUU
Garnacha
de altos vuelos
Una nueva luz brilla en el histórico barrio de Queirón. Garnacha centenaria de alto vuelo. Amanece con aromas de cereza roja y fresa, rodeada de monte bajo, pétalos de rosa seca y atardece con piel de naranja amarga. Entrada envolvente, con un recorrido sedoso y delicado, y un final para el recuerdo. Territorio y tradición en la copa. Larga vida y un futuro prometedor.
Mi Lugar
2019
Alegoría de Quel
Mi Lugar Tempranillo Blanco
2021
Inspiración
Queirón de Gabriel
2011
El sueño de Gabriel
Ensayos Capitales Nº1
2018
Desafíos en el límite
Ensayos Capitales Nº2
2019
Lágrima en tinaja
_arraigados_a_la_tierra
Ensayos Capitales Nºπ
2022
Sombrero de tres picos
_tempranillo_en_altura
Ensayos Capitales Nº3
2020
Asoleao