El sueño
de una familia
Queirón representa y asume la filosofía de una familia volcada con el mundo del vino desde hace cuatro generaciones y supone la culminación del sueño de Gabriel Pérez, viticultor y bodeguero queleño pionero en esta zona de Rioja, que ha estado más de una década alumbrando en silencio la nueva bodega para la que ha recuperado zonas y viñedos históricos en el entorno de Quel y las faldas que se encaraman hacia la Sierra de Yerga, un territorio que hunde su relación con la viticultura hasta la Edad Media, tal y como atestiguan diversos documentos hallados en el Cabildo Catedralicio de Calahorra datados en 1327.
Queirón representa una de las simbiosis más longevas de la unión de una familia con la viticultura en La Rioja. Originarios de Quel, los Pérez Cuevas han sido conocidos desde siempre en el entorno como ‘los majos’; de hecho aún queda algún vestigio en la zona como el denominado camino de ‘los majos’. Lázaro Pérez, tatarabuelo de la actual generación, cultivaba garnacha y su hija se dedicaba a venderla. La familia llegó a tener un pequeño colmado-bar en Quel, llamado ‘Choco’, donde se vendía al público el vino que ellos mismos elaboraban en su primitiva bodeguita familiar, situada en pleno casco histórico de la población riojabajeña, justo al lado de una pequeña licorera, otra de las tradiciones históricas de este pueblo de Rioja Oriental.
Gabriel Pérez (Quel, 1947), tras finalizar sus estudios en Bilbao, tomó la decisión de dedicarse en exclusiva al mundo del vino en 1980. Al año siguiente realizó su primera vendimia con uvas procedentes de las 15 hectáreas familiares que tenían en Quel. El resto de uva la adquiría a viticultores del pueblo y la producción no superaba los 60.000 litros. La elaboración la realizaba en un pequeño almacén y, excepto lo que reservaba para el consumo familiar, el resto se vendía a bodegas de otras zonas de Rioja. Cuando Gabriel Pérez fundó Ontañón en 1985 en el conjunto de toda Rioja Oriental apenas existían cuatro bodegas comercializadoras.
Una de las claves en la forja de Ontañón fue la adquisición de viñedo. Y es que en aquellos años nadie apostaba por el campo y se produjo una alarmante despoblación en el mundo rural. Gabriel estaba convencido de la necesidad de recuperar viñedo, variedades autóctonas de Rioja y que todo el proyecto gravitara en el compromiso de su familia y en la búsqueda de la excelencia.
En 2010 Gabriel Pérez dio el primer paso para la creación de Queirón, una bodega en Quel, un regreso a sus orígenes en todos los sentidos: viñedo, bodega y vino. «Es mi sueño», confiesa. «La idea de Queirón la empecé a alumbrar alrededor del año 2010. Había estado en muchas bodegas; he construido varias y contaba con un espacio en Quel que reúne todos mis anhelos. Mi memoria, la raíz de mi familia, rodeado de nuestros viñedos, en el Barrio de Bodegas de Quel y en un espacio que era una antigua fábrica de alcoholes. Yo sabía que iba a ser una obra compleja y dura por las propias condiciones del terreno, pero tenía claro que iba a ser una bodega que respetara la filosofía de la elaboración por gravedad de las antiguas bodegas populares del barrio».
En la actualidad, los hijos de Gabriel dirigen la bodega: Raquel, Leticia, Rubén y María, o lo que es lo mismo, viñedo, enología, comercialización, equipo humano. Alma y dignificación de una de las zonas más remotas de Rioja, Rioja Oriental, Sierra de Yerga, variedades autóctonas, equilibrio máximo y radical con la naturaleza y búsqueda de la expresión más sutil de cada una de sus parcelas.