Gar
na
cha

la rioja
mediterránea

La garnacha es la segunda variedad con más implantación en la DOCa Rioja con un 18 por ciento de cultivar riojano. Es muy sensible al corrimiento, es muy rústica, resistente a la sequía y también bastante resistente a alguna de las plagas y enfermedades importantes del viñedo como acariosis y oidio, lo que favoreció la extensión de su cultivo. Prefiere suelos secos y calientes que estén bien drenados pero se adapta relativamente bien a todos los suelos de viñedos. Es un tipo de uva que produce vinos aromáticos, de color poco intenso, con alto contenido alcohólico, cuerpo medio y buena acidez. Sin embargo, se caracteriza por su rápido envejecimiento y su sensibilidad a la oxidación.

La historia

La primera referencia escrita de esta variedad se remonta a 1321: en una sentencia del Parlamento de París se menciona un cargamento de 1.387 toneles de vino mitad griece (nombre que posiblemente se daba a los vinos de moscatel y malvasía que procedían de Grecia) y mitad varnacie (garnacha), el tipo de vino que los mercaderes venecianos difundieron por Europa a partir del año 1204. También aparecen como vernache, gernache o grenache, nombre dado por los franceses al conocido vino licoroso de finales del siglo XVIII.

Valier, en 1882, afirmaba que la garnacha fue la uva de implantación más moderna en Aragón. Aseguraba que a principios de siglo se empleaba como uva de postre y que a mediados de centuria, por su resistencia al oidium, se extendió su cultivo en la zona de Aragón, ocupando el 85 por ciento del viñedo de Cariñena al final de siglo. Valier explica que la garnacha antes de la filoxera se extendió por el sur de Francia con el nombre de grenache, bois jaune y bouge de Alicante. La describe de esta forma: ‘Cepa hermosa y muy fornida, sus hojas son abundantes y de un verde claro por ambas fases. Sus racimos están bien esparcidos y colgados en el nudo en el tercer meritallo, de modo que pocos tocan la tierra’.

Manso de Zúñiga asegura en 1905 que ‘la garnacha fue importada a La Rioja desde Aragón después de la invasión de las viñas riojanas por el oidium en 1854’

En 1914, García de los Salmones menciona el cultivo de la garnacha en distintas zonas y de Rioja destaca Quel como uno de los principales espacios en nuestra región.

Marcilla, en 1942, describe así la garnancha: ‘De porte erguido, hojas adultas muy lampiñas, de tamaño medio o pequeño, de color verde claro. Florece muy abundante, pero el cuajado de sus frutos no es completo nunca, es especial sobre Ruprestis de Lot. La madurez de la uva es tardía y alcanza menos grado alcohólico y más acidez que el tinto de Madrid. El color de sus vinos no es intenso y poseen marcada tendencia a que vire su color al tono «tela de cebolla», de vino rancio, en el añejamiento’.

Larrea en 1978 relata las características agronómicas de la garnacha: ‘Se desarrolla bien en terrenos pedregosos y también en los arcillosos, conviniéndole, sobre todo, los sitios ventilados y en ladera, con clima relativamente cálido. Sufre el ataque del mildiu y de los insectos, pero es resistente al oidium. Rinde mucho, aunque es muy propensa al corrimiento de la flor’.

La colección de variedades de vid de ‘El Encín’.
Un recorrido por la historia de la Ampelografía.

2018

Queirón

con garnacha

2018

_sobre
la garnacha

Caracteres ampelográficos

Esta variedad presenta una elevada variabilidad tanto en cuanto a su vigor, como en cuanto a la forma y tamaño del racimo. Pámpano de ápice medianamente abierta, verde-amarillento con bordes vinosos y con baja densidad de pelos tumbados. Hoja media, redondeada, trilobulada, con seno peciolar abierto en forma de lira. Envés lampiño. Racimo medio, tronco piramidal, compacto, alado; baya media, elíptica de color azul-violeta distribuido irregularmente, piel bastante espesa y pruinosa; pulpa jugosa de sabor simple.

Aptitudes de cultivo

Variedad muy vigorosa de porte erguido con sarmientos medio-robustos y entrenudos cortos; se adapta a diversas áreas de cultivo. Prefiere climas cálidos y, en las zonas del norte, colinas bien expuestas y ventiladas. Los mejores resultados cualitativos se obtienen mediante el cultivo en terrenos ligeramente ácidos, pedregosos o ligeramente calcáreos.

Sensibilidad a las enfermedades y adversidades

Normal, un poco sensible a la botrytis en los climas más fríos y húmedos. Es sensible a la carencia de magnesio. Presenta una desafinidad
importante en SO4 y 140RU; manifiesta a veces engrosamiento del punto de injerto justo desde la plantación, en particular sobre SO4, 779 Paulsen y 140Ru.

Potencial enológico

Da vinos de color rojo rubí claro, de sabor agradable y especial, afrutado, armónico, de estructura ligera. En zonas cálidas se puede obtener un vino rosado, dotado de delicado perfume, afrutado y agradable. Normalmente el potencial de acumulación de azúcares es elevado, pero el color cae rápidamente y la acidez es generalmente escasa, por lo que es necesario limitar el vigor y la productividad con un apropiado manejo.

Formación y poda

Se adapta a varias formas de poda, prefiriendo aquellas de expansión media como el cordón con pulgares y podas cortas y no demasiado fuertes.

Época de brotación

Media-tardía.

Época de maduración

Media

Producción

Buena y constante
La colección de variedades de vid de ‘El Encín’.
Un recorrido por la historia de la Ampelografía.

Queirón

viñedos

con garnacha