Hoyo
Judío
Es necesario elevarse hasta más allá de los 700 metros para conocer a fondo esta finca porque a Hoyo Judío sólo es posible llegar por la antiquísima carretera conocida en el entorno queleño como la de las viñas y que se dirige hacia el pueblo de Villarroya. Un entorno histórico de vides que Gabriel Pérez ha recuperado para la viticultura con la precisión de un alquimista y la búsqueda de los mejores suelos, exposiciones y entornos para extraer los adjetivos más bellos de cada variedad.
El legado de un
pasado fluvial
Las cepas de tempranillo se sorprenden por caballones y los surcos de las escorrentías que provoca el agua cuando se desploma en las inesperadas tormentas del verano. La arena del suelo se salpica de piedras y pedruscos de río como legado de un pasado histórico fluvial que caracteriza el universo de suelos y aglomeraciones de esta zona de montaña de Rioja Oriental y que confiere a este espacio único los mejores atributos para elaborar vinos con vocación de permanencia.
El aire aquí es constante y es sinónimo de sanidad durante todo el año, a lo que contribuye la espectacular orografía de Hoyo Judío, un terruño salpicado con pendientes norte-sur que favorecen las corrientes intensas de un viento proverbial para lograr bayas perfectas y nobles.
Quel
En el extremo
de viejos caminos
Datos técnicos
26.1% Limos, 58.1% Arena, 15.8% Arcilla
Mi Lugar
2019
Alegoría de Quel
otros
viñedos
Queirón
///viñedo singular ///garnacha
El Arca
Un terruño de tres siglos
///viñedo de Quel ///tempranillo
La Pasada
Un viñedo entre tres climas
///viñedo de Quel ///graciano
El Pozo
La expresión del graciano
///viñedo de Quel ///garnacha
El Poeta
Garnachas en un suelo austero
///viñedo de Quel ///garnacha
La Perdida
Bajitas, viejas, silenciosas
///viñedo de Quel ///garnacha
La Bartola
Celestiales y valientes
///viñedo de Quel ///tempranillo
Los Palos de Tanis
Verticalidad y elegancia